Mea culpa (parte uno)

24 agosto 2009

Hoy algo me tiene atribulado:

No soy tan rudo.

Junto a Papa, a bordo del transporte publico, despues de mucho tiempo descubri (redescubri, en realidad... placeres como este los disfruto desde la secundaria), varios defectos de mi persona. Defectos que se traducen en situaciones que, aparte de ser necesarias de mencionar en un espacio tan rudo como "como los nenes", son dignos de considerarse para exigir su mejora, desde un punto de vista antropologico, pues, para quienes tenemos la dicha de sobrevivir en desiertos grises y sobrepoblados, puede generar ciertos "malestares"; y con ello volver al estado de rudeza necesario en cada uno de los caciques araucanos de nuestra larga y angosta; a saber:

1. Soy un egoista. Como es eso de andar pensando en trasladarme hacia el centro de la ciudad en vehiculo propio... si el transporte publico ofrece servicios de calidad, eficiencia, comfort y armonia entre uno y el entorno... Papa hoy me invito a disfrutarlos.

2. Lo importante de mantener la relacion con Papa durante la mañana, pudiendo compartir sueños para ambos irnos con sueño, cada uno a nuestras obligaciones;

3. Lo mistico que tiene subirse al metro en la mañana. Con Papa nos sirvio mucho, pues, nos llevo a probarnos como personas (habia tanta gente que pensamos en que desapareceriamos), logramos salir de ahi, y con ello, no apretar a nadie tanto como para que los embarazos subitamente surgidos por los apretones se dieran por nuestra culpa, ni participar de los pueblos generados entre la escalera de bajada hasta la boleteria y las carreras de velocidad dadas en las colas de ingreso no nos afectaran... ni otras cosas que detallare en el segundo mensaje.

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